Han pasado 17 meses desde que el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo su primer anuncio de imposición de aranceles en marzo del año pasado.
En esa oportunidad la medida fue directamente contra el aluminio y el acero, pero dos semanas después dijo que impondría aranceles a las importaciones chinas por un monto equivalente a US$ 60 mil millones.
Más de un año y medio después esa cifra asciende a US$ 550 mil millones, es decir, todas las importaciones del gigante asiático a EE.UU. están gravadas, aunque su impacto ha escalado a nivel global.
En este período el crecimiento del mundo ha sido recortado a la baja por diversos organismos internacionales y los mercados se han teñido de incertidumbre.
Entre los más afectados están las materias primas, sobre todo el cobre, lo que ha generado además una fuerte caída en las exportaciones chilenas.
El cobre ha bajado 17,55% desde marzo del año pasado hasta ahora, cotizándose actualmente entorno a los US$2,57 la libra desde los US$ 3,12 en que cerró en esa fecha. Ante esta brusca disminución, los analistas
afirman que el precio del metal podría seguir cayendo y comentan que dependerá de si se soluciona la disputa comercial.
¿Cuáles serían los efectos en la economía chilena, si el precio del cobre sigue bajando?
Sobre el efecto para la economía chilena, Arturo Curtze, analista Senior del área de Gestión Patrimonial en nuestra consultora reconoce que ha habido una caída en la confianza empresarial importante, lo cual ha llevado a una postergación en las decisiones de inversión.
El precio actual no es la única variable que influye, pero obviamente un precio de cobre bajo los US$ 2,6 la libra no ayuda mucho y viene a sumar incertidumbre a los inversionistas.
Uno de los beneficiados con la incertidumbre global es el oro que aumenta 11,23% en estos 17 meses hasta US$ 1.474,4 la onza. Debido a que actúa como refugio.
En esa línea, el chileno, en tanto, es la sexta moneda emergente que más retrocede con un descenso de 15,88% en el año y medio que lleva la guerra comercial.