Viernes 05 de abril, Diario Financiero
En el mercado sostienen que existen distintas razones que han impulsado un mayor ahorro sobre todo tras la pandemia, como la conciencia pública de que es necesario tener mejores saldos para la pensión, la existencia de beneficios tributarios y más confianza en el sistema.
Si hay un consenso en torno a la discusión previsional es que los ahorros para la pensión son bajos.
Desde el inicio del sistema, hace más de 40 años, la tasa de cotización para las cuentas de capitalización individual obligatoria en la AFP se ha mantenido en 10%, mientras que el promedio de los países de la OCDE alcanza el 18%.
Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo político que permita elevar el ahorro obligatorio dadas las complicaciones para destrabar el destino de la cotización adicional, los mecanismos voluntarios cobran aún mayor relevancia.
El año pasado, las cuentas de ahorro previsional voluntario (APV) cerraron por primera vez sobre la barrera de los 3 millones.
Tras recuperar en parte el ritmo de crecimiento que se había perdido en 2022 -ejercicio en que sólo se sumaron 5.000 cuentas nuevas-, al cierre de 2023 el mercado totalizó 3.031.963 cuentas, según datos de la Superintendencia de Pensiones y la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
En el ejercicio recién pasado se sumaron 99.431 nuevas cuentas a las 2.932.622 que había al cierre de 2022. En tanto, los montos acumulados subieron 22,2% en un año.
La industria de AFP sigue liderando este mercado, con un 62,4% de las cuentas. Le siguen los fondos mutuos con el 30,5% y las compañías de seguros, que tienen una participación de mercado de 5,6%.
Conciencia de Ahorro
Para la jefa de estudios previsionales de Alfredo Cruz y Cía.,
Bernardita Infante, el alza de 2023 “responde a una creciente conciencia pública sobre los desafíos previsionales en Chile, donde hemos identificado que la mejora en las pensiones se logra primordialmente a través de un mayor ahorro”.
Además, recordó que “el atractivo del APV se ha visto reforzado por incentivos fiscales y, desde 2008, por una bonificación estatal que contribuye directamente al aumento de las pensiones, a diferencia de los beneficios tributarios que sólo ofrecen reducciones impositivas”.
Por su parte, la directora ejecutiva de Brain Invest, María Eugenia Jiménez, explicó que el número de cuentas de APV se estancó primero por la pandemia, explicado por la situación económica, la mayor cesantía y por una preocupación de la ciudadanía de los efectos que podría tener un cambio constitucional.
“Más que quitarles la plata (la preocupación) era que la administraran otras entidades, sobre todo una entidad pública, lo que a mucha gente le dio desconfianza y no quiso ahorrar más, por lo que algunos no tuvieron interés de abrir una cuenta”, sostuvo Jiménez.
Agregó que “esto está cambiando, la gente tiene más confianza ahora. Ve que la reforma ha tenido hartos límites”.
La industria de AFP sigue liderando este mercado con un 62,4% de las cuentas totales. Le siguen los fondos mutuos (30,5%) y las compañías de seguros, que tienen una participación de mercado de 5,6%.