Ayer, domingo, los principales bancos centrales del mundo, incluyendo el de Canadá, Inglaterra, Japón, Europa, Suiza y Estados Unidos, anunciaron una acción coordinada para aumentar la liquidez de intercambio en dólares estadounidenses.
Esta medida busca aliviar la crisis financiera que se desató hace dos semanas, la cual es una crisis de liquidez producto de condiciones financieras más restrictivas que obligan a los bancos a vender su cartera de instrumentos financieros para acceder a esa liquidez que no consiguen en otra parte.
Esta situación genera una pérdida de capital que, en el peor de los casos, puede llevar a la quiebra de la institución financiera, tal como ha ocurrido con el Silicon Valley Bank.
En relación al siguiente gráfico, podemos ver la relación que existe entre la inflación anualizada de Estados Unidos y el valor del índice del dólar DXY. Queda de manifiesto que, ante un dólar fuerte, sube la inflación y ante un dólar débil, ésta cae.
En este sentido, si la inflación no cede tal como lo anticipan algunos analistas, sería muy poco probable que las tasas de interés caigan. Si éstas no caen, las probabilidades de que se agrave la crisis financiera aumentan, con consecuencias muy negativas para la economía global.
La caída del dólar estadounidense
En este contexto, una de las salidas a esta crisis, o al menos para contenerla de momento, es la caída del dólar estadounidense. Si esto sucede, debería tener un efecto de apreciación del peso chileno contra la moneda estadounidense, un ajuste que es apoyado tanto por el Banco Central de Chile como por Hacienda. Estos esfuerzos se siguen materializando con la venta de dólares por parte de Hacienda y un programa de venta de forwards por parte del Banco Central de Chile.
¿Qué es lo que le estaría faltando al mercado para materializar la caída del dólar?
Para que veamos una caída del dólar es necesario que la FED en su reunión de esta semana suba la tasa de interés en un 0,25% y abra la alternativa de una pausa. Si se produce lo anterior, es probable que se pueda formar una recuperación de la bolsa estadounidense, teniendo como foco a las acciones tecnológicas que son las que evidencian un buen comportamiento cuando aumenta la liquidez.
En resumen, la situación actual del mercado financiero global necesita medidas coordinadas por parte de los principales bancos centrales del mundo para tratar de aliviar la crisis de liquidez. Si bien las perspectivas financieras no son favorables, el ajuste de la moneda y una posible recuperación de la bolsa estadounidense podrían traer un respiro a los inversores.