El aumento de la tasa de interés de política monetaria (TPM), desde 2,5% a 2,75% anual, que adoptó hace unas semanas el Banco Central, se reflejó inmediatamente en un leve incremento en las tasas de interés de corto plazo en el mercado.
En su reporte diario, la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF) mostró un aumento de 2,7% a 2,87% en la tasa de interés promedio ponderada que pagan los bancos por los depósitos a 30 días (TAB nominal), mientras que en los depósitos a 90 días, el incremento fue de 2,97% a 3,06%.
Economistas del mercado, señalan que el efecto más inmediato del alza en la TPM debe ser en las tasas de corto plazo de los créditos de consumo, líneas de crédito en cuentas bancarias y tarjetas de crédito. Un efecto más de mediano plazo podría ser estimular un alza en las tasas de crédito hipotecarias que son de largo plazo.
La tendencia
En los últimos años, las tasas de interés de créditos de consumo han venido cayendo, y a septiembre de este año llegaban al 21,32% anual en promedio.
Según especialistas, la regla general, es que las tasas de interés de las líneas de crédito y de las tarjetas de crédito tienden a seguir de cerca el movimiento de la TPM.
Mientras más corto sea el plazo del crédito, es más sensible, no así en los préstamos a más largo plazo. De este modo, el costo de créditos a 3 años plazo algo va a subir, mientras que los créditos hipotecarios se mueven en función de tasas de largo plazo, como los bonos en UF del Banco Central a 5 años plazo (BCU-5), que no se han movido en mucho tiempo.