En una jornada marcada por los datos de las ventas minoristas en EEUU y el alza de los bonos del Tesoro a 10 años, la divisa norteamericana apuntó un salto de $7 en su segunda sesión de ganancias. El mayor impacto de la fortaleza internacional del dólar lo recibían las monedas emergentes, a excepción de la divisa argentina.
Al término de las operaciones, el tipo de cambio se ubicó en los $632,1, lo que se traduce en un aumento de $7 respecto al cierre de la sesión anterior. En las últimas dos sesiones, el dólar acumula un salto de $12.
Según nuestro Analista Senior, Arturo Curtze, lo que está detrás de la apreciación del dólar norteamericano contra la mayoría de las monedas dentro de las cuales se encuentra el tipo de cambio USD|CLP, es la fortaleza relativa (crecimiento esperado) de la economía norteamericana con respecto el mundo.
“Sabemos que la reforma tributaria impulsada por el gobierno de Trump, junto con un paquete de estimo fiscal en infraestructura y a una mayor desregulación (en área de biotecnología, financiera), tienen a la economía norteamericana creciendo más que el mundo (al menos que otras economías desarrolladas como Europa y Japón), lo que hace que los flujos, principalmente especulativos de los “Hedge funds” tiendan a activarse en esta moneda”, explica Curtze.
El problema de ello radica en que un dólar fuerte por lo general afecta negativamente al precio de los commodities y en tal sentido, existe una alternativa en donde el precio del cobre puede caer a un rango de USD2,85/libra – US$2,50/libra.
Por otro lado, las mayores tensiones geopolíticas en el medio oriente -luego de la decisión de Trump de abandonar el acuerdo Plan de Acción Integral Conjunto (Programa de desarrollo nuclear Iraní)- podría llevar a un precio del Petróleo WTI a un máximo de $90/barril. Esta combinación de precios es muy negativo para la economía chilena y producto de ello, las expectativas de la mayoría de los analistas locales de ver un tipo de cambio hacia fines del 2018 entre $600 y $580 se verían totalmente truncadas.
Ahora bien, como no estamos para especular, lo único cierto es que la inflación en EE. UU. se encuentra por arriba del rango meta de la FED y por otro lado el pleno empleo norteamericano, sumado al alza en el precio del petróleo podría llevar a la inflación a un nivel por arriba de lo deseado por la FED, obligando a ésta a subir más rápido la tasa de política monetaria, lo que fortalece al dólar norteamericano.
En ese sentido, lo que resulte de la próxima reunión del FED, programada para el 12 y 13 de junio, probablemente modelaran la tendencia del dólar para los próximos meses.
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