Hace dos semanas, el Gobierno presentó su proyecto de ley que modifica y perfecciona la integración de los trabajadores independientes al sistema previsional, con el cual se incorpora la opción de hacerlo de forma gradual.
De acuerdo a la iniciativa, se obligará a cotizar a quienes emitan boletas de honorarios por cinco o más ingresos mínimos mensuales al año ($ 1,3 millones) y que sean menores de 55 años, en el caso de los hombres, y menores de 50 años, en el caso de las mujeres, al 1 de enero de 2012.
Luego de conocerse el planteamiento, algunos actores del mercado han señalado que la obligatoriedad de cotizar fomentará aún más la informalidad laboral de los independientes, quienes se resistirán a otorgar boletas de honorarios.
Sin embargo, un estudio elaborado por Ciedess asegura que el proyecto podría reducir la informalidad laboral desde el actual 35,7% a un 10,2%. Esto, si se considera un escenario en el cual la cobertura alcance al 100% de los independientes informales.
De esta forma, Chile se ubicaría en una situación parecida a la de Francia (9,8%), Austria (10%), Alemania (10,2%), Suiza (10,4%) o Dinamarca (11,2%), es decir, la situación de las naciones desarrolladas.
En ese sentido, el estudio remarca que el impacto concreto dependerá en gran medida de la cantidad de trabajadores que se logre cubrir con la obligatoriedad.
¿Riesgos de informalidad laboral?
Respecto al riesgo de que la propuesta finalmente aumente la informalidad laboral, el gerente general de Ciedess, Rodrigo Gutiérrez, explica que “efectivamente, podría ocurrir que algunos trabajadores que actualmente emiten boletas, al verse enfrentados a la obligatoriedad de cotizar, experimenten incentivos para dejar de hacerlo”. Sin embargo, el experto precisa que “resulta poco probable que trabajadores que presten servicios a una empresa, sociedad, o persona que posea sistemas contables se pase ‘a negro’, teniendo presente los avances en materia de fiscalización por parte del SII”.
Fuente: Diario Financiero