Nos complace compartir con ustedes nuestro análisis financiero semanal, donde abordamos los temas más relevantes en el panorama económico actual. Nuestro objetivo es ofrecerles perspectivas claras y accionables para ayudarles a tomar decisiones informadas.
Esta semana, los días 25 y 26, se lleva a cabo la crucial reunión de política monetaria del Banco Central de Chile. El mercado está en vilo, anticipando una posible reducción de la tasa de interés de 75 puntos básicos, llevándola de un 9,50% a un 8,75%.
Sin embargo, las opiniones divergen: algunos pronostican una reducción más agresiva de 100 puntos básicos, mientras que los analistas más conservadores predicen una disminución más modesta de 50 puntos básicos.
Es importante destacar que, dada la depreciación significativa del peso chileno frente al dólar estadounidense, una reducción de 100 puntos base parece poco probable. Esta acción podría ampliar la brecha en la tasa de cambio, potencialmente llevando el objetivo a $1.000.
Dada la actual inestabilidad, la estrategia más viable para el Banco Central sería anunciar una reducción de 75 puntos base. No obstante, si se busca manifestar una postura crítica respecto a la cotización actual del USDCLP, una reducción de 50 puntos sería adecuada.
Dependiendo de esta decisión y de los comunicados subsiguientes, podríamos ver fluctuaciones significativas en el tipo de cambio, con posibles movimientos hacia un soporte de $880 o una reanudación de la tendencia alcista, condicionada por factores externos.
Gráfico detallado que muestra la variación relativa del tipo de cambio USDCLP y sus monedas comparables desde el 4 de julio pasado.
Recientemente, la firma de clasificación de riesgo S&P revisó la perspectiva de la deuda soberana de Chile de estable a negativa, un cambio impulsado principalmente por una caída en la recaudación fiscal y un consecuente aumento en el déficit fiscal. A pesar de que la calificación de riesgo de Chile aún se mantiene en la categoría de grado de inversión, hemos descendido desde un AA sólido a un A-, un total de cuatro niveles, situándonos precariamente cerca de la categoría de grado especulativo donde residen la mayoría de los países latinoamericanos.
Un ejemplo ilustrativo es Perú, uno de los pocos países latinoamericanos que, junto con Chile, mantiene su deuda en grado de inversión. Sin embargo, su calificación es BBB, dos niveles por debajo de Chile, lo que se refleja en las tasas de interés de sus bonos a 10 años, que son 120 puntos básicos más altas en comparación con las de Chile.
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